viernes, 15 de enero de 2016

Ya en las vísperas.

Amenos de un día de nuestra salida, sorprendida e ilusionada con el numero de excursionista, esta vez, ¡Nada menos que 18! Va a ser todo un récord, quiero aportar algunas cosillas como:
 Perfil de la etapa.
No os asustéis, no hay apenas desniveles.

••• Km 6. Cortijo del Arbón


Hemos llegado al cortijo del Arbón, no sin antes dejar a nuestra 
derecha un antiguo pozo con dos piletas, labradas en piedra caliza, una de ellas aún conserva en uno de sus flancos la rampa, antaño utilizada como lavadero. Este antiguo cortijo rodeado de almezos y una higuera de gran porte, mantiene parte del muro ganadero realizado en mampuesto de piedra
calcárea. Estas paredes pétreas que se van a ir sucediendo nos indican que nos acercamos al punto de enlace con la Cañada Real Soriana.


Pozo de Arbón

 Estos son los almezos

Sobre la Cañada Real Soriana

 

•• La ruta reservada para el tránsito de los ganados fue llamada 
cañada, siendo el rasgo distintivo dela vida pastoril 
trashumante. Estas cañadas eran caminos utilizados por el ganado al emigrar desde las sierras (las altas sierras castellanas) a extremos, como las dehesas y valles del sur, donde invernaban.

Las cañadas reales fueron creadas por el privilegio real otorgado por Alfonso X el Sabio a la Mesta, en 1273, la anchura de la cañada se limitaba a «seis sogas de cuarenta y cinco palmos», o sea unas noventa varas (75m.). Además de las cañadas reales existían también ramificaciones llamados cordeles y veredas, que medían respectivamente la mitad y la cuarta parte de la anchura de las cañadas reales.
 

La Cañada Real Soriana es la que tiene una mayor longitud de las nueve cañadas que cruzan España al enlazar el Sistema Ibérico con Andalucía. El trazado recorre como su nombre indica desde Sevilla hasta Soria. 


  ••• Km 8,2. Los Rubios de Paterna



Continuando nuestro camino, en la falda de la sierra, van apareciendo cortijadas como la “Dehesa de los Rubios de Paterna”. El porte de la vegetación ha aumentado considerablemente y numerosos ejemplares de acebuches y encinas centenarias invitan al reposo bajo sus sombras.
No deben pasar desapercibidos los abundantes fósiles de conchas marinas que salpican las rocas calizas que afloran bajo el firme.
 
Recordad la visita de fósiles  del sábado en Palma del Río, a ver si encontramos alguno para añadir a la colección.
No he encontrado más cosas relevantes. 
 

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